
Con 12 años de trayectoria, Tirant lo Blanch ha cruzado fronteras con sus libros, consolidándose como un actor clave en el panorama literario. En su regreso a la Feria Internacional de la Lectura Yucatán (FILEY), la editorial catalana reafirma su compromiso con la difusión de la literatura y el fomento del diálogo cultural.
Tirant lo Blanch ha encontrado en México una segunda casa. Así lo expresa Noé Ayala, su representante, quien celebra su regreso a la Feria Internacional de la Lectura Yucatán (FILEY). Para él, este evento no solo es una vitrina para los libros, sino una fiesta para quienes viven con pasión el arte de la literatura universal.
Desde sus inicios, la editorial ha apostado por un catálogo comprometido, que establece un diálogo constante con los contextos sociales, políticos y culturales de México. Cabe resaltar que no es la primera vez que participan en la FILEY.
Han asistido en varias ediciones anteriores, destacando el ambiente único del evento y la calidez con la que los lectores se acercan a sus libros. “Hay algo muy especial en esta feria: la calidez de la gente, el respeto por la lectura y las charlas espontáneas con lectores. Siempre salimos con el corazón lleno”, comenta Ayala.
¿Por qué Tirant lo Blanch regresa a la FILEY?
Para Tirant lo Blanch, estar en la FILEY representa más que una posibilidad de venta. Es una forma de tender puentes culturales y compartir ideas que van más allá de los autores y el papel. “Nos encanta volver. Aquí hay lectores que no solo compran libros, los piensan, los sienten”, señala Noé.
Noé Ayala insiste en que las ferias del libro son mucho más que espacios comerciales. Son puntos de encuentro para quienes aman la literatura universal. “Al final del día los libros no necesitan pasaporte”, menciona el equipo editorial.
Con una trayectoria sólida y una visión abierta al diálogo, Tirant lo Blanch confirma en cada feria su compromiso con la palabra escrita. En cada lector que se detiene en su mesa, renuevan la vocación de compartir libros que importan, reafirmando que la lectura sigue siendo un puente entre mundos distintos.